Historia

La historia de Málaga está ligada desde tiempo inmemorial a la viña y al vino. Los últimos estudios han demostrado que la presencia del vino en tierras malagueñas data del Neolítico, hace más de 6000 años. Todos los pueblos que han habitado tierras malagueñas y que han contribuido a construir nuestra forma de ser desde la época de los fenicios, han producido vino. El vino ha sido durante siglos uno de los pilares fundamentales de la economía de Málaga y ha llevado su nombre por todo el mundo.

El prestigio de los vinos de Málaga en los mercados internacionales trajo como consecuencia un rosario de imitaciones, a partir del siglo XVIII, que distorsionaron la imagen asociada a la excelencia original del producto. Como consecuencia de ello, se crearon instituciones para velar por la autenticidad de los vinos. En el año 1806 se creó la Compañía de Comercio de Viñeros de Málaga para “precaver en lo posible la adulteración de los frutos que expida la Compañía” e imponer la condición de que “los frutos que acopie la Compañía serán de exquisita calidad, con lo cual se distinguirán en los mercados extranjeros, singularmente los vinos que, muchas veces se pierden por mezclarlos con los ínfimos que subrepticiamente se introducen en Málaga”. Pero el problema de la imitación trascendía de las fronteras de Málaga, ya que en numerosos países se elaboraban vino tipo Málaga o al estilo Málaga.

El fenómeno de la imitación y el fraude de los vinos históricos europeos, entre los que se encontraba el vino Málaga, llegó a ser de tal calado que obligó a los países productores a tomar cartas en el asunto.

Como quiera que esta problemática no era exclusiva del vino, sino que también se veían damnificados otros productos industriales, los países afectados decidieron establecer normas regulatorias que impidiesen estos abusos. En el caso español, a tal fin, en el año 1902, se publicó la Ley de la Propiedad Industrial.

Unos años más tarde, al amparo de la Ley, la Asociación Gremial de Criadores Exportadores de Vinos de Málaga solicitó la concesión de la protección de la marca “Málaga” para vinos, siendo inscrita el 5 de febrero de 1924 en la Oficina de Patentes y Marcas, lo que supuso un hito relevante en la historia de los vinos de Málaga, que alcanzarían su máxima protección en el año 1932 al ser amparados por una Denominación de Origen.

Así pues, el vino de Málaga forma parte del conjunto de los grandes vinos históricos europeos que han hecho posible la creación de las Denominaciones de Origen, tan necesarias para la defensa de los elaboradores, de los consumidores y del producto, ante la imitación y el fraude.

La conmemoración del centenario de esa efeméride, supone una oportunidad única para ser celebrada por la ciudad y la provincia. El Consejo Regulador de las Denominaciones de Origen Malaga, Sierras de Málaga y Pasas de Málaga, con el apoyo institucional colectivo, aspira a hacer visible este hito de su historia haciendo participe a la ciudad y a la provincia entera de este relevante acontecimiento para el sector.

El sector del vino en Málaga sigue vivo y no quiere perder la oportunidad de transmitir sus valores culturales y su renovada, e imparable, pujanza comercial, turística y cultural, y aportar lo mejor de sí mismo a nuestra sociedad.